El Universal, Caracas, miércoles, 4 de junio de 2008
Maracay — En medio de cánticos religiosos y oraciones de paz, un grupo de feligreses protestó este martes a las puertas de la Catedral de Maracay para exigir atención policial. Esto debido a los constantes atropellos que se han venido presentando, durante los últimos meses, en el principal templo de la entidad contra sacerdotes, devotos, así como imágenes religiosas.
Uno de los creyentes en protesta, de nombre María Lucrecia Farías, refirió que en varias ocasiones los servidores del altar han sido blanco [em port.=alvo] de agresiones verbales y físicas. Por la situación, señaló que los devotos no se sienten seguros dentro del templo.
Destacó que este es un problema “grave” que debe atenderse de manera “urgente”, pues también se han registrado casos en que ladrones persiguen a las personas de la tercera edad y las obligan a entrar en la iglesia donde las despojan del dinero que recién retiran de las entidades bancarias cercanas.
Asimismo, ingresan personas bajo los efectos del alcohol y sustancias estupefacientes a causar destrozos.
El asistente del párroco, Jesús Carrasquel, quien también participó en la protesta, comentó que uno de los casos más recientes se registró el pasado 9 de mayo cuando una mujer “se montó sobre el altar mayor y lo pisoteó para luego trepar por la imagen de la Inmaculada y quitarle la aureola”. A pesar de que no logró agredir al párroco, causó pánico en el recinto. (EG)
Maracay — En medio de cánticos religiosos y oraciones de paz, un grupo de feligreses protestó este martes a las puertas de la Catedral de Maracay para exigir atención policial. Esto debido a los constantes atropellos que se han venido presentando, durante los últimos meses, en el principal templo de la entidad contra sacerdotes, devotos, así como imágenes religiosas.
Uno de los creyentes en protesta, de nombre María Lucrecia Farías, refirió que en varias ocasiones los servidores del altar han sido blanco [em port.=alvo] de agresiones verbales y físicas. Por la situación, señaló que los devotos no se sienten seguros dentro del templo.
Destacó que este es un problema “grave” que debe atenderse de manera “urgente”, pues también se han registrado casos en que ladrones persiguen a las personas de la tercera edad y las obligan a entrar en la iglesia donde las despojan del dinero que recién retiran de las entidades bancarias cercanas.
Asimismo, ingresan personas bajo los efectos del alcohol y sustancias estupefacientes a causar destrozos.
El asistente del párroco, Jesús Carrasquel, quien también participó en la protesta, comentó que uno de los casos más recientes se registró el pasado 9 de mayo cuando una mujer “se montó sobre el altar mayor y lo pisoteó para luego trepar por la imagen de la Inmaculada y quitarle la aureola”. A pesar de que no logró agredir al párroco, causó pánico en el recinto. (EG)
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